Mary Wortlwy Montagu, la escritora que trajo a occidente la cura de la viruela

Esta es Mary Montagu, la aristócrata escritora inglesa que, gracias a sus viajes a Constantinopla, trajo a occidente la variolización —práctica médica precursora de las vacunas— para luchar contra la viruela.

¿Habrías infectado tú a tu hijo con pus sacado de una lesión de viruela?

Mary, nacida en 1689, era la esposa del embajador inglés en Constantinopla en 1716.

Durante su estancia allí, no solo se vio influida por el orientalismo, sino que descubrió esa práctica profiláctica contra la viruela. Una enfermedad que ella sufrió y que acabó con su hermano.

Por eso, no dudó en aplicarle la variolización a sus hijos a pesar de las críticas y prejuicio que había contra esa práctica en la época.

Era un método similar a la vacunación, pero mucho más arriesgado. Se trasmitía la misma enfermedad que se trataba, pero en una fase atenuada.

En un primer momento, encontró una oposición feroz. Los médicos no entendían lo que era la inmunidad adquirida.

E incluso desde la Iglesia se catalogó de «herejía musulmana».

Sólo se extendió la práctica, cuando convenció a la familia real británica para que usase el tratamiento.

Antes de esa técnica, se estima que 2 de cada 3 europeos padecían la enfermedad y 1 de cada 10 moría.

 

Años después, en 1796, Edward Jenner inventaría la vacuna tras constatar que las personas que estaban en contacto con vacas no contraían la enfermedad.

Así que decidió inocular la viruela de las vacas a personas sanas para que se protegieran —se inmunizaran— contra la viruela que afecta a los humanos.

Y, sí, el término vacuna viene de vaca tanto en español como en inglés.

Una genialidad, ¿no?

¿O se inspiró en los escritos de Mary?

Mary escribió cómo lo hacían en Constantinopla:

«Una anciana abre una de las venas con una aguja enorme —no produce más dolor que un rasguño— e introduce en la vena tanto veneno como cabe en la punta de su aguja, y después venda la pequeña herida con una cáscara y así varias veces».

El 8 de mayo de 1980, la OMS declaró la erradicación total de la viruela.

Gracias a la agresiva campaña de vacunación que se desarrolló a partir de 1967 a nivel mundial, se redujeron los afectados hasta tal punto que desde 1977 no se conocen nuevos casos.

Podríamos pensar que la humanidad está libre del variola virus; que fue borrado literalmente del mapa.

No es así.

Se sabe que existen 2 muestras vivas que han sobrevivido.

Por suerte, estas 2 muestras están bajo control. Una en EE.UU y otra en Rusia.

¿Por qué no se han destruido, si ese virus causó mill. de muertes y es un claro riesgo biológico?

Pues porque, aunque en 1972 se firmó un acuerdo que prohíbe crear armas biológicas, ambos países quieren mantener muestras para crear nuevas vacunas por si se diera un nuevo brote.

Leave Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *