¿La conoces?

Es Jane Randolph, una actriz de los años 40 con una vida de película.

Tristemente, falleció el 4 de mayo de 2009, pero eso no impidió que se convirtiese también en uno de los personajes reales protagonistas de una de las tramas de mi 1ª novela, CAER.

En este artículo te invito a conocer su historia:

Jane Randolph nació en Youngstown, Ohio, el 30 de octubre de 1915. Hija de Cora y George Roemer, un famoso diseñador de acerías, no estaba dispuesta a conformarse con ser una chica más del Medio Oeste.

Mujer de ideas claras, aprendió a conducir a edad temprana, sentada en el regazo de su padre. A diferencia de Howard Hughes, no pudo realizar su sueño de ser piloto, pero sí el de ser una famosa actriz de los ’40, vivir una vida de película y casarse con un productor de cine millonario.

Con 24 años (1939), ingresó con una beca para estudiar interpretación, en la escuela de Max Reindhart dando el 1er. paso en su carrera. Solo 2 años después, la descubrió un cazatalentos de Warner Bros para formarse en su escuela de preparación y participar en 4 de sus películas.

Pero no solo eso: cuando el semanario del ejército Yank lanzó su primer número en junio de 1942, pensó en ella para que fuera la primera pin-up que apareciese en la revista para animar a los soldados americanos destinados en la IIGM. Estaba viviendo un sueño.

 

Y aunque pueda sorprender, ¡Disney también se fijó en ella! Jane Randolph fue uno de los dos modelos humanos utilizados para la secuencia de patinaje sobre hielo de Bambi, (¡sí, Bambi era ella!) y Tambor que se utilizaron para la película animada de Disney «Bambi» de 1942.

Ese mismo año firmó un contrato con la compañía cinematográfica RKO que la haría vivir su propio cuento de la «Cenicienta» al apostar la compañía por ella e invertir grandes esfuerzos en potenciar su carrera.

Fruto de ello fueron una veintena de películas y dos de las escenas más icónicas del cine negro de los años 40:

1) La escena en la piscina cubierta de Cat People/La mujer pantera, 1942. Tantas veces imitada.

2) Y la escena del acecho de la misma película.
 

A esta le siguieron muchos éxitos hasta que, tras la grabación de «Abbott y Costello conocen a Frankenstein» (1948), se casó con Jaime del Amo —un millonario productor de cine de raíces españolas— abandonando su carrera de actriz.

A partir de ese momento, repartiría su vida entre Los Ángeles, Gstaad (Suiza) y España, pasando largas temporadas entre la Jet Set Internacional y sus veraneos en el Palacio del Amo (la Quinta del Amo), Suances, Cantabria.

Casada como estaba con el por entonces vicecónsul de España en Los Ángeles, mantuvo relaciones sociales del más alto nivel, incluyéndose entre ellas a los Duques de Alba, a altos mandatarios y príncipes.

Sus viajes por Europa fueron constantes y continuaron con su hija Cristina, incluso después de que su esposo falleciera en 1966.

Con su historia, solo ella podía ser la protagonista de esa trama del libro. En su momento pude de recorrer el palacete y no quise perder la ocasión de mostrarle mis respetos en un lugar especial. Si ese salón hablase, cuántas historias contaría. Como no puede, os las cuento yo.

Este ha sido mi homenaje a Jane Randolph en el aniversario de su muerte.

Espero que os haya gustado y que disfrutéis de CAER mientras la acompañáis en sus viajes y descubrís las otras tramas cargadas de misterio y acción.

¿Qué guardaba ese moleskine?