La capilla de las Maravillas de Valladolid. Descubre sus secretos.

En la capilla de las Maravillas de Valladolid, en el mismísimo lugar exacto en que se cree fueron enterrados el líder irlandés Red Hugh O’Donnell y Cristobal Colón, han aparecido algunos restos humanos y dos ataúdes.

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Incluso si eres de Valladolid, es probable que no te suene esa capilla del convento de los franciscanos y que no tengas ni idea de dónde se encuentra. No te sientas mal; es normal, hace casi 2 siglos que desapareció.

Ahora los arqueólogos se esfuerzan por desvelarnos sus secretos.

¿Y dónde está?

Sus restos están en la calle Constitución.

El convento de San Francisco se fundó en el siglo XIII en la zona de extramuros de la ciudad, frente a la plaza del mercado —actual Plaza Mayor— y sí, eso era extramuros. Allí permaneció hasta que en 1836 fue demolido.

¿Has dicho que allí enterraron a Colón?

Sí, aunque no sepamos en qué casa u hospital murió el almirante, lo que sí sabemos es que fue enterrado allí.

En conmemoración del V centenario de su muerte, el Ayuntamiento de Valladolid colocó está placa en el lugar donde estuvo el convento.

Desde su fundación en el siglo XIII, la comunidad franciscana que lo habitaba no había sufrido sobresaltos, pero esto cambió durante la Guerra de la Independencia Española en la que todas las casas religiosas fueron suprimidas. Ya en 1836 llegaría la Desamortización de Mendizabal

Saldría a subasta por 4 mill. y medio de reales. Nadie acudió a la oferta; tuvo que ser el Estado el que se ocupase de la demolición y la posterior venta de los solares a particulares para que construyesen viviendas.

En 1847, Pedro Ochotorena compró todo el solar al ayuntamiento.

Allí se abrirían las calles Constitución (donde han aparecido los restos) y la actual Menéndez Pelayo. En 1970, se derribaría el Hotel Europa para construir sobre él Galerías Preciados —hoy, El Corte Inglés—. Por aquel entonces ya se encontraron enterramientos en ese solar.

¿Y quién es ese Red Hugh O’Donnell que están buscando?

Red Hugh y su suegro Hugh O’Neill instigaron la Guerra de los Nueve Años (1594-1603) que estuvo a punto de poner fin a la presencia inglesa en Irlanda, pero —alerta spoiler—finalmente el «William Wallace irlandés» fracasó.

Red Hugh, hijo de Sir Hugh MacManus O’Donnell, rey de Tir Connail, nació en el año 1572. A los 15 años fue secuestrado por John Perrot, en un intento de evitar la alianza entre los clanes O’Donnell y O’Neill, y encerrado en el Castillo de Dublín.

Tras un previo intento de fuga frustrado, él junto a otros familiares también prisioneros lograron escapar en 1592  y refugiarse en Glenmalure.

Durante su huida, Red Hugh perdió los pulgares de ambos pies por congelación, por lo que si el cadáver aparece será fácil de identificar

Tras su retorno al Ulster, Red Hugh fue reconocido como jefe del Clan O’Donnel.

Tras varias victorias de las tropas irlandesas, la suerte cambiaría de bando cuando el gobierno inglés decidió enviar refuerzos para sofocar la rebelión.

Entonces Red Hugh buscó el apoyo español.

Pero los más de 4000 soldados españoles no fueron suficientes.

Durante la Batalla de Kinsale, en enero de 1602, las fuerzas combinadas, debido a la falta de entendimiento entre los españoles y las fuerzas irlandesas, sucumbieron a la superioridad táctica del ejército inglés.

Solo quedaba huir.

Primero partió hacia La Coruña y una vez en España se dirigió a Valladolid para entrevistarse con Felipe III, que le había prometido organizar una nueva invasión.

Tras un año sin recibir noticias del rey, Red Hugh viajó de nuevo a Valladolid, pero murió durante el viaje, siendo enterrado temporalmente en el Castillo de Simancas en 1602.

Con su muerte, los planes españoles para invadir Irlanda fueron abandonados definitivamente.

Aunque el rey nunca proporcionó la ayuda prometida, sí le dio a Red Hugh un funeral real:

Su cuerpo fue transportado al palacio del rey en un coche fúnebre de 4 ruedas, rodeado de innumerables oficiales de estado y guardias del rey, con antorchas que brillaban a cada lado de él.

Después fue enterrado en el monasterio de S. Francisco,  en el capítulo —parte de la capilla donde los monjes se reunían y que los arqueólogos creen que han encontrado durante la excavación—, de la manera más solemne en la que ningún irlandés había sido enterrado hasta entonces.

Pero entonces ¿ya se sabía que estaba allí?

Se sabía que estaba enterrado en el convento, pero quizá solo ahora se le haya encontrado.

Al respecto, el poeta Thomas McGreevy escribió: «Y todo Valladolid lo sabía / Y en Simancas todos lo sabían / ​​Dónde enterraron a Red Hugh».

Por cierto, en el convento de San Francisco también enterraron a Álvaro de Luna, decapitado en la plaza Mayor de Valladolid, pero eso ya es otra historia.

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